BRMC es una banda oriunda de San Francisco, California. El trio se hizo popular a comienzos de los 2000 debido al auge del sonido Garage Rock por parte de bandas como The Strokes, The White Stripes por el lado americano y The Hives y The Libertines por el lado europeo. Debido al encasillamiento que la banda sufrió por parte de la alta demanda de un sonido parecido al de los grupos anteriormente mencionados, los chicos deciden añadir nuevos elementos a su repertorio, recargándolo por su gusto hacia Shoegaze y mezclándolo con sonidos Folks como lo son el Blues, el Soul y el Gospel. A partir de eso, la banda en vez de experimentar con nuevas influencias o elementos, decidieron estirar los suyos hasta ver cuánto resisten; y en su nuevo álbum pareciera que ya no se puede seguir estirando.
Wrong Criatures es un álbum polarizador en cierta medida, no tanto por su contenido, sino más bien por su recepción en el oyente. Un fanático del rock chapado a la antigua puede llegar a considera este nuevo proyecto bastante conciso, ya que la banda saca a relucir sus influencias de bandas como The Jesus and the Mery Chain¸ pero apelando más a la nostalgia más que a la calidad. Independientemente de que la banda intente algo diferente como lo es en la canción Circus Bazooko, en el resto del álbum los chicos se mantienen en su zona de confort, creando canciones que podrían haber encajado en cualquier disco lanzado por la banda después de Howl (2005).
A pesar de la falta de nuevas ideas en el proyecto, es posible apreciar algunas canciones que destacan durante el tracklist, principalmente en la primera mitad del disco, dejando un sentimiento de desbalance a la hora de escuchar el álbum de manera completa. “DFF” es un track ambiental, bastante denso, oscuro y psicodélico que da inicio al disco; desafortunadamente BRMC perdió la oportunidad de hacer un buen punto de enganche entre éste track y el siguiente. La Segunda canción del disco, “Spook”, lleva la batuta en relación al sonido que la banda ocupará a lo largo del proyecto. “King of Bones” es una canción que destaca dentro de las otras debido a su pegajoso ritmo bailable, esto gracias a la baterista, Leah Shapiro. La balada “Haunt” es la primera canción dentro del disco en acercarse al Shoegaze de bandas como Slowdive y Ride, y desde aquí en adelante el disco comienza a decaer. La segunda mitad del álbum llega a ser abrumadora en cuan repetitivas las canciones se vuelven y a su larga duración, además de añadirle lo planas que son dentro de su estructura compositiva; entre ellas el desagradable single promocional “Little Thing Gone Wild”, canción que serviría como ejemplo en un artículo de WikiHow con el nombre “Cómo hacer una canción de Rock en 3 pasos”.
No creo que hablar sobre la lírica del álbum sea de gran ayuda, ya que desafortunadamente sufre de la misma redundancia que su sonido. La banda habla sobre temas supuestamente oscuros, como lo son la depresión, el consumo de drogas, y el infaltable desamor; todo esto cubierto bajo un manto de supuesta profundidad existencialista tan banal como pensar que vestirse de negro te hace más inteligente e introspectivo.
Siento que a pesar de todo lo negativo que he dicho, el disco aún consta de algunas buenas canciones, algunas ya mencionadas anteriormente. Mi principal problema con el disco es lo cómodos que suenan los chicos con lo que están haciendo en sus canciones, y eso en cierta medida me inquieta. En una entrevista realizada por el sitio web HMV el mismo día en que se publicó el álbum, Peter Hayes menciona que básicamente las canciones son lo que sobró de trabajos anteriores y que si existiera alguna temática durante el proyecto no sería a propósito. Lamentablemente lo que expresa el músico es palpable desde el momento en que empieza el álbum hasta el final.
Acá dejo el link de la entrevista que cité más arriba, está en inglés en todo caso:
Nota: 6/10
Canciones Favoritas: Spook, King of Bones, Haunt, Echo, Carried From the Start.
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