viernes, 6 de octubre de 2017

Steven Wilson - To The Bone (2017)

Steven Wilson haciendo música pop: ¿que hay de extraño en ello? Se sabe que el tipo es completamente versátil musicalmente, y el hecho que decida hacer algo fuera de su zona de confort es algo bastante interesante. Pero, 'To The Bone', quinto álbum en la carrera solista del británico, será tan pop como el músico afirma que es?

La canción que abre la obra y que también lleva el mismo nombre es una amplia demostración de lo versátil que puede ser la mente musical de Steven Wilson, usando recursos poco utilizados dentro de su catálogo como una armónica o bongos. 'Nowhere Now' tiene cierto feeling pop en sus guitarras y coro, pero no es una canción del todo pop, ya que cualquier riff o solo de guitarra ejecutado acá podría encajar facilmente en una canción de Porcupine Tree. 'Pariah' tiene un aire fantástico y futurista en su musicalización. Hay dinamismo por donde se le mire, con participación de voces femeninas y bases cercanas al trip-hop. El cierre de la canción resulta ser épico. En 'The Same Asylum as Before' la voz de Steven no convence con ese falsette tan forzado, después de aquello, la canción no logra sobreponerse ante aquel percance.

'Refuge' es una sentimental balada que podría sonar de soundtrack en cualquier serie de ciencia ficción. Luego, el prog-rock no se hace esperar y todo se desenvuelve en un gran momento instrumental, que finaliza con un melancólico piano acompañado de una melodía de armónica. 'Permanating' es totalmente rechazable. Esa batería tan plástica y la postura vocal que Wilson decide adoptar aquí es para saltarse la canción. La breve 'Blank Tapes' logra construir una consistente unión entre arpegios de guitarra y acordes de piano. Aquí, la voz femenina de Ninet Tayeb otra vez marca diferencias. 'People Who Eat Darkness' parece ser un homenaje al rock clásico con su intro, sin embargo, era un distractor: éste es otro track de base prog-acústico con etiqueta Steven/Porcupine.

'Song of I' es un híbrido entre trip-hop e industrial que posee deliciosas partes orquestadas, siendo un track novedoso y efectivo. Las últimas dos canciones del disco son las más extensas, primero 'Detonation', con 9 minutos y medio de duración, siendo un track de base prog pero con agujeros espacio-musicales trip-hop de bases inusuales y mucho misterio reflejado en guitarras, o partes hasta más orientadas a la música disco.  'Song of Unborn', canción final de también 9 minutos y monedas, tiene el común aire épico prog como algunas otras de trabajos anteriores de Steven.

Al final, 'To The Bone' no es tan pop como pensaríamos que iba a ser. Sólo es una pequeña desviación hacia terrenos un poco más accesibles. Podemos ver experimentos inusuales que no se habían visto antes en la carrera del británico, pero más se experimentan lugares comunes de lo que ha sido su carrera en solitario y en Porcupine Tree. Eso sí, en cuanto a calidad, el disco se queda un poco atrás respecto a los últimos notables antecesores 'The Raven that Refused to Sing' o 'Hand.Cannot.Erase'. De todas formas esto no quita que el álbum 2017 de Steven sea más que decente.

7/10


Canciones Favoritas: Pariah, Blank Tapes, Song of I.

Canciones No Favoritas: The Same Asylum as Before, Permanating.



 

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