Uniendo dos mundos diferentes
desde 1989, Superchunk, banda que alterna su sonido entre el punk rock y el
rock alternativo lanza su álbum número once llamado ‘What a Time to be Alive’ una verdadera dosis de energía atemporal
para un momento en el que la música basada punk
no ha tenido suficientes momentos de lucidez o lanzamientos que realmente
destaquen en la corriente musical del 2018.
La canción que abre el disco y
que lleva mismo nombre que éste tiene un sonido similar a como sonaban los Foo Fighters en sus primeros discos,
con la diferencia que el tono de voz del vocalista y también guitarrista Mac McCaughan es totalmente diferente,
con varias similitudes a la de Perry Farrell de Jane’s Addiction. En términos
generales, la canción es un agradable aperitivo por lo que está por venir más
adelante.
La primera dosis punk del álbum la trae ‘Lost My Brain’. Una breve pero cruda
declaración de principios, tal como recordamos las mejores canciones punk que
alguna vez se hayan escrito. La siguiente ‘Break
the Glass’ se centra bastante en las guitarras, que mayormente hacen todo
lo posible para atraer la atención del auditor, lográndolo con creces a través
dinámicos riffs y solos entregados por
las seis cuerdas. Junto con ésta, va de la mano ‘Bad Choices’ esta vez con partes de guitarra más prudentes pero
con destacables percusiones.
Ya en la mitad del largaduración,
‘Dead Photographers’ es una puesta a
prueba para los mismos Superchunk para crear una canción melódica y veloz que
sea efectiva, cumpliendo a cabalidad con aquellos términos mediante
desequilibrantes solos de guitarras y la adición de guitarras acústicas como
base. A seguir, ‘Erasure’ consigue
un lugar seguro entre los mejores coros y melodías entregados en el disco,
coreando el nombre de aquel grupo ochentero liderado por el carismático Andy
Bell. Otra buena sección de riffs y
percusiones se lo lleva la más centrada en el rock alternativo ‘I Got Cut’.
La rapidez punk continúa con dos tracks: primero con la muy influenciada por
los Ramones ‘Reagan Youth’ y luego ‘Cloud of Hate’, que podría encajar
fácilmente en los discos ochenteros de Bad Religion debido a su explosiva y visceral instrumentación. Ya acercándonos
al final, llega ‘All for You’,
siendo quizá el tema más completo del disco en términos instrumentales y
melódicos. Como punto final, ´Black
Thread’ cierra de manera serena y más cargada a lo acústico, con un coro
también memorable.
Tras cinco años de silencio, el
cuarteto de Carolina del Norte logra un disco atemporal, breve, visceral y
necesario. ‘What a Time to be Alive’
es un momentum musical que hace
recordar al auditor cuán importante es el punk
rock en nuestra paleta musical diaria, o básicamente en lo que escuchamos día a
día. Sin dudas, un álbum que podría contentar y unir tanto a los amantes del punk de vieja escuela con los seguidores
del rock alternativo de los 90s.
Fav Tracks: Break the Glass, Bad Choices, Dead
Photographers, Erasure, I Got Cut, All for You, Black Thread.
8/10
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