Han pasado casi exactos 16 años del genial debut
de The Decemberists. El icónico álbum, llamado 'Castaways and
Cutouts', fue el lanzamiento que catapultó a la banda proveniente de
Portland, Oregon a un sitio estelar dentro de la corriente indie-folk que
en esos entonces era incipiente y que llegaría a su máximo esplendor tiempo
después con los primeros lanzamientos en largo de Bon Iver y Fleet
Foxes.
Los liderados por Colin Meloy tuvieron una
seguidilla de muy buenos discos en sus primeros años de carrera: empezando por
el debut, siguieron con 'Her Majesty the Decemberists' (2003), 'Picaresque'
(2005) y finalmente 'The Crane Wife' (2006) hicieron de The Decemberists
una de las bandas más consistentes y prolíficas de su género. Sin embargo,
vendría el agotamiento compositivo; los siguientes tres lanzamientos no serían
igual de efectivos que los anteriores.
Entonces llega el año 2018 y la banda de
diciembre lanza un nuevo álbum, titulado 'I'll Be Your Girl' con cierto
giro synthpop en algunas de las composiciones aquí presentes, que no
generan un cambio necesariamente cualitativo. Es más, en la mayoría de los
casos, pareciera que el nuevo sonido adquirido por el quinteto no cuaja de
buena manera en su abanico sónico.
Claros ejemplos de aquello es el sonido sintético
combinado con folk tradicional de 'Once In My Life', 'Cutting
Stone' y 'Severed', tripleta de tracks
que abren el nuevo álbum y que logran resultados regulares y hasta bajos. El
grosor épico-instrumental que 'Starwatcher' consigue gestar llama la
atención, dando luces a que el disco podría cambiar su negativo panorama. Sin
embargo, los ánimos continúan igual con la balada 'Tripping Along’, que termina dejando sabor a nada en
los oídos debido a su escasa sorpresa.
La galopante 'Your Ghost' de alguna manera
levanta el temple que el disco, aunque posea elementos un tanto empalagosos
como un distorsionado teclado o los coros al final. No obstante, las cosas
mejoran considerablemente con 'Everything is Awful' quizá la más
destacada de este nuevo elepé por su pomposa instrumentación y melodías
vocales.
Sin embargo, el entretenimiento auditivo comienza
a ser frenado con una instantánea e ineficaz 'Sucker's Prayer' y
detenido de manera total con la molestosa y poco agradable 'We All Die
Young'. Pero no todo está perdido porque llega una hermosa pieza de 8
minutos que lleva por nombre 'Rusalka, Rusalka/Wild Rushes' que, aunque
peque un tanto de monotonía, entrega momentos constantes de belleza. El fin del
disco lo dicta la canción que se titula igual que el octavo álbum de The
Decemberists. Finalmente, 'I'll Be Your Girl' (la canción)
termina siento una correcta balada acústica con aires vintage.
Después de ocho discos, pareciera que el quinteto
no tiene nada más novedoso que ofrecer. Esta vez, experimentar con nuevos
sonidos no resultó. ¿Y qué solución le queda a Meloy y compañía? ¿Volver a sus raíces,
o arriesgarse de nuevo con otros parajes sónicos? En definitiva, ‘I’ll Be Your Girl’ representa más un
experimento fallido que un buen álbum de folk.
5.5/10
Fav Tracks: Everything is Awful,
Rusalka/Wild Rushes.
No Fav Tracks: Cutting Stone, Severed, We
All Die Young, Tripping Along.
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